Los antibióticos para el Mal Aliento, suelen ser
una de las opciones más consideradas a la hora de encontrar la cura a la
Halitosis Severa.
Pero antes de decidirnos a su consumo, hay algunas
cosas que debemos tener en cuenta, más que nada, porque los antibióticos para
el Mal Aliento pueden provocar que nuestra boca huela aún peor.
En la gran mayoría de los casos, el Mal Aliento es
provocado por bacterias comunes que tenemos y necesitamos, en nuestra boca.
Sabiendo esto, es muy normal pensar que los
antibióticos para el Mal Aliento, sean la mejor cura, ya que estos matan las
bacterias y el problema desaparece.
¡¡Ni mucho menos!!
En primer lugar, porque necesitamos una cierta cantidad de estas bacterias, ya que ayudan a descomponer las proteínas de los alimentos y a la digestión de tejidos enfermos y células muertas de la boca.
En segundo lugar, porque aunque los antibióticos para el Mal Aliento pueden ser un éxito a corto plazo, a menudo suelen tener un efecto no deseado al crear bacterias aún más resistentes a la medicación.
En tercer lugar, porque además de las bacterias, también tenemos pequeñas cantidades en la boca, de un hongo llamado Cándida.
Es muy importante mantener el equilibrio en las cantidades de cada uno, ya que si matamos las bacterias, el número de hongos se descompensa y puede dar lugar a infecciones tanto en la boca como en los genitales.
Por último, porque los antibióticos para el Mal Aliento, pueden producirnos una serie de efectos secundarios algo molestos, como diarrea o molestias estomacales.
En resumen, que es muy recomendable consultar a
nuestro dentista o al médico de cabecera antes de recurrir por nuestra cuenta
al consumo de antibióticos para el Mal Aliento.

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